La Cofradía se enfrenta a nuevos retos día a día. De una estructura muy sencilla hemos pasado casi sin darnos cuenta a otra en la que nunca faltan cosas que hacer, aunque hayamos multiplicado el número de miembros.

Siempre hay que mirar hacia adelante, porque lo realmente importante es la Cofradía, que se vale de las personas que la forman en cada momento para alcanzar sus objetivos.

Uno de los proyectos más inminentes es dotar a las escaleras que suben a la ermita de un pasamanos. Algo importante, ya que nos lo han pedido numerosas personas. Trataremos de dejarlo hecho o por lo menos planteado durante este ejercicio.

La renovación de los estatutos y la integración de ambos (civiles y eclesiásticos) es una prioridad de orden máximo, a fin de evitar malas interpretaciones y posibles conflictos en el futuro.

La nueva Casa del Santo tiene que jugar un papel importantísimo a la hora de dar a conocer la vida y figura de nuestro querido Patrón, pero también nos tiene que ayudar a profundizar en sus enseñanzas y las de Nuestro Señor.